¿HASTA CUANDO LA PAZ SOCIAL?
Rajoy sigue callado ante la inmensa mayoría. Sólo sus pocos interlocutores saben algo de lo que está tramando. Nadie habla claramente, pero todos sabemos la que nos espera. Ahora bien, ¿por qué hemos de soportar que se nos sigan imponiendo unas medidas obscenas de retroceso socioeconómico y en beneficio únicamente de los más poderosos?
Forges y el trabajo como quimera |
Cierto es que en estos momentos España arrastra cinco millones de desempleados. Cierto es que para 2011 se recortó una media del 5% de los sueldos de los funcionarios y las pensiones se congelaron, a excepción de las más bajas en remuneración. Cierto es que Rajoy, coreado por su partido, clamó al cielo por las 'injusticias' que Zapatero había propiciado. Y también es cierto que, a pesar del disgusto y de la no interiorización de estas medidas, los funcionarios y los pensionistas españoles no montamos ninguna revuelta. No hubo algaradas al estilo de Grecia. Tampoco trifulcas como en Portugal -donde se están recrudeciendo en estos momentos- ni como lo acaecido en Reino Unido, país que esta viviendo ahora la mayor huelga del sector público no acaecida en décadas.
España no es ni Grecia, ni Portugal ni Reino Unido, pero está en vías de serlo. Rajoy ha ordenado a Fernández Toxo y a Cándido Méndez que para Reyes quiere el regalo del acuerdo con la patronal respecto a una nueva e impensable reforma laboral. Rosell no cesa en sus peticiones de reducción de los salarios y alaba la 'grandiosidad' de lo que el gobierno catalán de CiU ha anunciado que va a seguir imponiendo, medidas las más que no podemos concebir sino como una indecencia inaguantable.
Forges bromea sobre los funcionarios |
Las siete plagas han caido sobre la función pública, como si fuera un estigma ser funcionario. No podemos negar que para muchos el término 'funcionario' tiene connotaciones no demasiado positivas; ahí está el "Vuelva usted mañana" de Larra. Pero es obvio que la palabra 'funcionario' refiere también al médico de familia, al especialista, al maestro, al fiscal, al juez... sobre quienes recae gran parte del funcionamiento de la sociedad. No olvidemos tampoco el tiempo, esfuerzo y dedicación que conllevan los estudios y superación de oposiciones para las personas que deciden dedicar su vida a la 'función pública'. Catalunya ha comenzado por los funcionarios y por los servicios más básicos; pero a partir de ahí seguirán el resto de trabajadores. Estamos viviendo una robotización social. No es un proceso. Es un final único en torno al dinero.
España tiene muchos parados, cinco millones, demasiados. A pesar de ello, seguimos teniendo paz social. Este es otro de los grandes miedos en estos momentos: que podamos descuidar nuestra paz social. El peligro se ve incrementado por el hecho de que va a haber más parados. Es una falacia lo que Rajoy ha estado prometiendo. Habrá una simple sustitución de unos por otros y el consiguiente empobrecimiento de la población.
La gente está harta de que los ricos no sólo participen de las ganancias sino que se beneficien de la agonía de los infortunados. A nadie parece pasársele por la cabeza actuar de forma justa y repartir proporcionalmente las pérdidas. La austeridad tan exigida -y que no va a ayudar en nada a salir de esta tremenda crisis- sólo va a aplicarse a los más débiles. Ser mileurista hoy día es un peligro. Hay que cobrar bastante menos para conseguir que no te quiten más de ese poco. Si se cobra una pensión de mil euros (tras una vida de trabajo y cotización para poder recibir algo de lo ya sobradamente anticipado), de inmediato las alarmas se encienden para congelar dicha pensión y no abonarle las dos pagas extras.
El Roto y los ricos |
Es de ser vil y mezquino y extremadamente cobarde el no atreverse a exigir que tantísimo dinero que se nos ha robado a través de una corrupción jamás vista en los años de la democracia nos sea devuelto íntegramente. La justicia después que obre según estime. Pero aquí nadie devuelve nada. Y debe constar que tamaña corruptela va principalmente de la mano del PP, el mismo partido que ha ganado las elecciones generales por amplia mayoría absoluta. El País Valenciano es un espejo nítido donde se refleja lo inconcebible por una mente sana. Esta corrupción ahonda gravemente la intensa crisis financiera global.
Comedor social |
En lugar de la justicia distributiva se está implantando nuevamente las ayudas asistenciales para los más necesitados. Caridad en sustitución de justicia. La iglesia católica desde siempre se ha inclinado por estas fórmulas, procurando encabezar las asociaciones caritativas. Es una forma más de fortalecer su poder. El auxilio social tan conocido bajo el régimen dictatorial de Franco de nuevo está aflorando en detrimento de la justicia. Estas formas de 'dar de comer' no son buenas y su proliferación amenaza la insurrección social. En sustitución de inmobiliarias están ahora en boga los comercios de compra-venta de oro. Los tirones en la calle, los robos en casas particulares...están incrementándose peligrosamente. Y es que la indigencia cuando se amplifica da miedo.
España tiene en su memoria reciente el pasado inmediato del terror y hambre que Franco sembró. Quizá por ello los ciudadanos son más reticentes a algarabías y confrontaciones callejeras. Pero todo tiene un límite. Y si se traspasa la línea roja del aguante cualquier cosa puede suceder.
Los poderes públicos deberían tener la sensibilidad adecuada y la obligada sensatez para actuar de forma más juiciosa y corresponsabilizar a las grandes fortunas, a las jubilaciones indecentes por millonarias así como a los grandes sueldos de los políticos para que acarreen buena parte de sus bolsillos a sortear una gravísima crisis provocada justamente por el gran capital. Lo que ahora ha comenzado a practicarse en Catalunya como avanzadilla de lo que Rajoy va a hacer es realmente peligroso por inmoral.
Simplemente, una reflexión como advertencia de lo que no deseamos. Sólo se canta lo que se pierde" dijo Machado.
Quieren desmantelar lo público y privatizar servicios. Soy pesimista. No veo capacidad de respuesta. Hay mucha gente ignorante que sólo se mueve por envidia. Cargan contra los funcionarios sin pararse a pensar en la consecuencia.
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