SR. RAJOY, DEJE YA DE MENTIR Y DE DAR LA CALLADA POR RESPUESTA

Sí, señor Rajoy, no se espante y coja el toro por los cuernos de una vez. Asuma su responsabilidad de presidente -puesto a dedo- del PP. Deje de mentir, díganos con claridad alguna de las cincuenta medidas para salir de esta crisis global en que el sistema ultraliberal, donde usted y los suyos se posicionan, nos ha metido. ¿Tiene miedo de confesar la verdad y clarificar que sus medidas serían semejantes a las de David Cameron en el Reino Unido, donde cerca de medio millón de empleados públicos se van a la calle?

Y no siga huyendo de dar explicaciones y de tomar las medidas oportunas ante los desmanes de todo tipo que los de su partido han cometido y continúan realizando mientras la Justicia va deshilvanando el ovillo de la mayor corrupción de la democracia. Corrupción que se les escapa por cada uno de los poros de este partido ultra que usted dice "dirigir".

Y hablando del nuevo tipo de metáforas utilizado ahora por usted, las náuticas -el otro día eran musicales-, o usted coge el timón de sus galeras o es usted  igual que el resto. No puede usted, Sr. Rajoy, hacerse el bobo y mirar hacia otro lado cuando un alcalde suyo, el de Valladolid, se manifiesta broncamente y de manera tan obscenamente grosera. Las palabras de León de la Riva ya lo han descalificado a él mismo suficientemente; pero usted tiene la obligación de tomar las medidas necesarias, aunque sólo sea para demostrar ante la opinión pública que usted es un caballero y, además, educado. Hasta el presente momento, no lo ha hecho; ha escurrido el bulto, como siempre, y ha dejado a la Sra. Cospedal para que, tanto ella como Ana Mato, den una muy tibia "explicación".  Si la cosa queda ahí, ante todos los españoles de bien -que somos muchos- será usted, Sr. Rajoy, tan vil, cobarde, grosero, machista, zafio, prepotente y maleducado como su alcalde. Ni la caballerosidad ni la educación se pueden predicar de usted, Sr. Rajoy.

Y respecto a la otra corrupción, ya no sólo la verbal -en la que también ustedes son maestros-, sino la que toda la gente, leída o no, entiende, la de las "pelas", usted tiene la obligación de poner orden en su partido, que huele a podrido. De lo contrario, Sr. Rajoy, será usted tan corrupto como el que más de los suyos.

Ahora resulta que la financiación ilegal de su Lideresa ha prescrito ya. ¡La Justicia ha llegado tarde!  A eso están jugando en los diferentes lugares donde la alarma ha saltado.


Pero ante toda la ciudadanía ha quedadado muy claro que en Madrid ha habido financiación ilegal. Todo el mundo sabe que su tesorero, Bárcenas, es pieza clave de la Gürtel. Y que usted tenía que saberlo, sin embargo callaba y seguía pagando los carísimos honorarios del abogado de éste. ¿Por qué? ¿Acaso temía que "cantara"?

El resto de la piel de toro, de la que se sienten ustedes dueños, está metastasiada de lucro personal y evasión de grandísimas sumas de capitales a paraísos fiscales.
La Comunidad valenciana  es líder en estas vergüenzas: desde Castellón -Fabra, al que homenajean ustedes por haber conseguido ralentizar sus procesos judiciales- hasta Alicante -las basuras de Ripoll y cía.-, pasando por Valencia, donde los tres tristes trajes de Camps son tan sólo la puntita de un enorme iceberg, que encierra una increible cantidad de millones de euros dilapidados con la ayuda de un tal "Bigotes". Y ahora la taimada desvergüenza de Blasco y la desviación, para usos nada transparentes, de gran cantidad de dinero destinado para ONGs, -incluso un hospital en Haití, castigada ahora también por el cólera-, ha saltado  a la palestra informativa. Ellos lo niegan todo, es normal y habitual en gente cínica y sin escrúpulos ni conciencia. Los regalos de este tal Álvaro Pérez han dado para mucho. Pero usted, Sr. Rajoy, también mira hacia otro lado. ¿No le da sonrojo, cuanto menos, al mirarse al espejo? ¿Conoce el significado de la palabreja ética?  Sus listas electorales estarán repletas de imputados, ¿le parece bien a usted tal desfachatez?  En realidad es un insulto para el pueblo valenciano.
Las Baleares, con Jaume Matas, amigo suyo y ministro del presidente que a dedo lo puso a usted, y que a la guerra de Irak nos arrastró contra la voluntad de la inmensa mayoría, es igualmente un exquisito ejemplo de malversación de gran cantidad de dinero.
Málaga, y sus  alianzas con aquel capo Gil y Gil, y sus herederos políticos tan en boga en la prensa del cuore,  con tal de apartar al PSOE del gobierno en Andalucía...no se queda atrás.
Y Galicia, con Pablo Crespo, el segundo en la jerarquía gürteliana, es otra y muy grave de sus indecencias.
Es tanto el dinero desaparecido de las arcas españolas, que, de recuperarse, se aplacaría buena parte de esta crisis global en que estamos sumergidos. Crisis común a la Europa comunitaria y a EEUU, e intensificada por las tropelías de los suyos, los populares.

Por ello, Sr. Rajoy, es usted el máximo responsable de la situación económica que estamos padeciendo los españoles. Es usted el que debe dar cuentas del dinero evadido, y debería ser usted el máximo responsable de que fueran devueltos estos capitales, que a no pocas familias salvarían en el momento actual.

Sea coherente, Sr. Rajoy. Y, si es posible, deje aparcados su cobardía, su chaise long y su puro, y póngase a trabajar responsablemente en pro de la decencia política.

Lo demás, aparte de demagogia barata, es pura cobardía y quizá presunta connivencia con todo tipo de corrupción que chorrea entre los de su partido.










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