LOS DERECHOS AHORA ARREBATADOS YA NUNCA VOLVERÁN

No es ninguna broma lo que los españoles nos jugamos el 20-N. Nos jugamos nuestro Bienestar Social, envidia de muchos países. Aunque lo  he escrito en otra ocasiones, considero que merece la pena recordar, sobre todo para los jóvenes que tuvieron la suerte de nacer ya en Democracia, una serie de Servicios Sociales básicos, como es la Sanidad pública, la Enseñanza pública, las Pensiones, tras una vida de trabajo y cotización; las otras, las Pensiones no contributivas, -destinadas a aquellas personas que no les ha quedado registrado ningún trabajo realizado fuera de casa, porque en muchos casos los jefes dejaban de cotizar y nadie se enteraba, o bien a aquellas otras que han dedicado su vida al cuidado del marido, de los hijos, de la administración de la casa, colectivo este formado prácticamente de manera exclusiva por mujeres; mujeres, que sin su presencia y dedicación nadie de la familia hubiera salido adelante,- estos Servicios Sociales, digo, no proceden de ningún maná llovido del cielo. Son el resultado de unas políticas practicadas por el Gobierno Socialista, presidido por Felipe González,  en esta democracia tan joven de la que disfrutamos. Durante el franquismo se aplicaba la 'caridad' en lugar de la Justicia, y contaba con el permiso del párroco para recibir el auxilio social.
El resto de Leyes conocidas como sociales son producto también de otro Gobierno Socialista, el presidido por José Luis Rodríguez Zapatero: La Ley de Igualdad, la Ley del  Matrimonio Homosexual, La Ley del Aborto (nueva protección a la mujer), la Ley de la
Muerte digna, la Ley de Dependencia -de absoluta justicia para los más necesitados. Estas Leyes no son más que derechos otorgados a la ciudadanía. Se han dado pasos de gigante en la protección de las personas discapacitadas, mental o físicamente, y todo esto se ha podido conseguir desde el convencimiento de que todos los seres humanos somos iguales en derechos y obligaciones, y en el afán de ruptura absoluta de la antigua diferenciación de clases sociales, basada en las posibilidades económicas y no en las capacitaciones personales de cada cual.

La última afirmación dicha por Rajoy es que no se puede financiar la Dependencia. O sea, la ley necesaria para el más débil es la primera que va a caer. Y abolida una ley de estas características, pasen cuidado que ya nunca se volverá a implantar. Lo mismo sucederá con la Enseñanza pública y con la Sanidad. Y tampoco esto lo veremos recuperado.

Es el desmantelamiento generalizado del Estado de Bienestar lo que el PP va a hacer a partir de ya. Lo tienen pensado y repensado. Lo tenían calladito y ahora lo han ido descubriendo

Aquello de que herencia dejada es peor de lo imaginable es demasiado viejo y está ya muy visto. Será lo primero que van a decir, por no tener la valentía de afirmar ante el pueblo español que sus ideas son las propias de un régimen neoliberal, capitalista, el mismo que ha provocado la insoportable crisis global que estamos sufriendo. 

La implantación de derechos es difícil de hacer. La consolidación de los mismos supone valentía y compromiso social. Ahora bien, cuando estos derechos son abolidos no se verán restablecidos, al menos en muchos años. Si se acuerda con la CEOE un despido flexible con  el abono del importe de doce días trabajados por año, nadie puede ser tan ingenuo como para pensar que, de inmediato, se recuperarán los anteriores cuarenta y cinco días. Este derecho que tanto costó de obtener pasará a mejor vida por mucha bonanza económica que se llegara a conseguir.

Si la Sanidad ni la Educación públicas y de calidad las volveremos a tener después de ser barridas. Quien tenga dinero podrá acudir en busca del alivio necesario ante las  enfermedades sobrevenidas. Y sólo los ricos podrán tener la formación que una buena Educación proporciona.

Esto que afirmo no son ni tópicos ni demagogia. Es la advertencia de lo que nos va a venir. es la última llamada a la responsabilidad ante el 20-N.

Cada cual hará lo que considere. Pero nadie puede llamarse a engaño después. A partir del lunes se verá quién dice verdad y quién engaña.

Comentarios

  1. María Dolores, has puesto el dedo en llaga. Al menos en la mía. Jamás he compartido los ideales retrógrados de la derecha. Por mucho que se disfracen de corderos.
    Pero.....

    ¿Qué hacer cuando el partido por el que votarías naturalmente se ha comportado de forma perversa (en el sentido etimológico de la palabra)?

    Perverso:Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas.

    El PSOE ha actuado de manera contraria a su naturaleza en estos últimos años. Los casos de despilfarro del erario público ya se cuentan por decenas. Su prepotencia es asombrosa. Sus modos, prepotentes. Sobornos, prevaricación, trafico de influencias, un Ministerio Fiscal al servicio del gobierno, la prensa atada ya maniatada... Ya estoy harto.

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  2. Mi modesta opinión es que hay otros partidos de izquierdas. Además en estos momentos ya no hay nada a hacer. Las encuestas han hablado de forma unánime.
    A partir del 21N al PSOE le corresponde una cura de humildad, una reconversión a sus principios y buscar la unión con el resto de la izquierda. Para ello debe ser muy generoso, tiene que ceder y poder sumar y fusionar al resto de los que tienen una ideología alejada de esta derecha extrema que impregna a todo el PP.
    Sólo así, pienso, se podrá en no demasiado tiempo conquistar los corazones ahora tan desilusionados.

    Un saludo cariñoso.

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