CAOS POLÍTICO

Este señor, el que en la ilustración del gran Forges está tocando la guitarra y dando órdenes al eterno bobo, demostró con su voto NO a la Constitución cuál es el talante democrático de su espíritu y con sus palabras mendaces y sus actos torticeros, autoritarios y ajenos a la voluntad del pueblo español, nos arrastró a una guerra indecente cuya sangre sigue derramándose a diario.
Este mismo hombre, durante su gobierno,  sin que hubiese una situación semejante a la de la actual crisis, congeló el sueldo de los funcionarios, y en su nombre se dilapidó el dinero de los españoles en absurdas propagandas enaltecedoras de su ego.
Este hombre, políticamente responsable de la matanza de Atocha -gracias a sus amistades peligrosas, Bussssssssssssssssh y Blairrrrrrrrrrrrrrrrrrr-, negó la autencitidad de los autores de la brutal masacre, mintiendo una vez más a los españoles, con la única finalidad de que la derechona se perpetuase en el poder.
Su sucesor, puesto a dedo, es el otro personajillo del dibujo, con actitud de obediencia ciega y sin personalidad alguna, un tal Mariano Rajoy, que, en sus constantes indecisiones, apoya a Camps ninguneando los trajes gürtelianos, "olvidando" las graves implicaciones de tantos de su partido en esta espantosa y desvergonzada trama, no parece enterarse de los casos que, como hongos, crecen ante los juzgados por prevaricación, cuanto menos, y todos bajo las siglas del PP, partido del que es presidente; parece desconocer que Bárcenas está siendo defendido con dinero de este partido, corrupto hasta la médula. Y como lo suyo es hacerse el despistado, mira hacia otro lado cuando  Aguirre ofrece un escaño del Consejo de Caja Madrid,  teñido de rojo, antes que dejarlo para su ¿propio? partido. Le quita hierro al asunto por miedo a Esperanza, a la espera de seguir sintiendo el aprobado de la noble-consuerte tan mal hablada. Y es que Rajoy ni tiene personalidad ni tiene valentía; es un mero títere al que no le duelen prendas al sacrificar a quien sea con tal de contar con la dama de hierro a su favor. No hay honradez ni decencia en estos del PP.
Estos de la gaviota han mostrado su ética con su animadversión hacia los inmigrantes. El tema de Torrejón de Ardoz -discotecas, comercios, etc-  es un ejemplo escalofriante de lo que sucedería si estos, que se autodenominan liberales, volviesen a ocupar el poder del Estado.
Con la que está cayendo, debido a la enorme crisis de origen capitalista, con algo más de cuatro millones de parados, Díaz Ferrán, presidente de la patronal, incapaz de mantener a flote sus propios negocios, deudor a la Seguridad Social de 19'7 millones de euros, financiador de las campañas de Aguirre con más de 192.000 euros, admirador de la lideresa, a la que denomina cojonuda -será por el contrapunto de la cobardía de Rajoy y por los crédicos obtenidos de Caja Madrid- y en perfecto acuerdo con este desvergonzado PP, está exigiendo medidas contra los trabajadores. Con la artimaña eufemística de la flexibilización de los despidos (que no es más que el despido libre y con las manos vacías), con el número de horas que se  debería trabajar, con la rebaja de los salarios..., la derecha entera y verdadera pretende que los derechos de los trabajadores, derechos que nadie ha regalado, derechos que se han ido conquistando con esfuerzo, con dolor, con el saldo, inclusive, de vidas humanas, y que han supuesto un avance en el respeto del ser humano, retrocedan, para que los trabajadores sigan siendo los esclavos de esta clase inhumana, inmoral, incívica, de los señoritos, apoyados siempre, claro está, por los jerarcas de las sotanas.
En ningun momento se plantea un mejor y más justo reparto de derechos y de bienes, ¡qué locura!.
Los sueldos de los jefazos de la banca, de los grandes empresarios, de los políticos, de los controladores aéreos, de tantos y tantos, son un verdadero escándalo. Pero esto parece intocable. Unos pocos que vivan como marajás y el resto, tiranizado.

Y aquí ha caído en la trampa,  quizá por el abrumador machaqueo de esta derechona cínica y explotadora, el presidente Zapatero, con el apunte de la jubilación a los 67 años de edad.
No, presidente, no puedes fallarnos; nos lo prometiste la noche de las elecciones de marzo de 2004. Nunca un partido que ha luchado por la mejora de los más débiles, por los trabajadores frente a los ricos, puede plantear una cuestión como ésta. Estas fechorías hay que dejarlas para la derecha, le son propias; pero no puede abanderarlas un Partido Socialista, aunque no sea sólo por ética y coherencia ideológica, aunque tan sólo sea por electoralismo.
En este país parece que vamos de un extremo a otro; las jubilaciones a los cincuenta años son una barbaridad, pero la propuesta de alargarlas hasta los 67, con la excusa de que la media de vida ha aumentado, es inaceptable. En este alfa-omega hay un término medio, y si un trabajador, después de toda una vida de entrega y cotización debidas, puede disfrutar de más tiempo en el periodo de jubilado y con salud aceptable  es un logro social, que hay que aplaudir y no intentar derrocar, que es lo que la derecha pretende, para seguir exprimiendo el jugo del trabajador y vivir a sus anchas a costa de los históricamente sus "criados".
Presidente, hay otras formas de salir del bache actual; la derecha debe arrimar el hombro -que no lo hará, si no es para derrocarte-. Pero quedan otras soluciones que deberían haberse puesto ya en funcionamiento, como la reforma fiscal: que pague más quien más tiene, pero de verdad, no a medias tintas, que el gran capital (padre de esta crisis mundial) siempre se sale de rositas. Y la única rosa que hay que procurar mimar y que no se marchite es la de nuestro símbolo. Porque, además, las aves carroñeras del PP están siempre al acecho.
Presidente, la valentía y la honradez hay que demostrarlas plantando cara a estos que no saben ni lo que ganan ni lo que poseen. A estos hay que ponerles el freno de manera contumaz. La crisis no tiene que ver con los trabajadores, sino con los capitalistas que, con su voracidad inconmensurable, nos han llevado a este desastre. No es fácil. Pero el punto de partida debe ser muy claro.

La democracia está en peligro. La carroña está a punto de conseguir su botín. Por eso, presidente, no nos falles!  


Comentarios

  1. Maria Dolores, ánimo pues todo lo que dices en el escrito es verdad, y como tu muy bien dices, Zapatero creo que agoviado por los ataques de la derecha está consintiendo y diciendo cosas que no van con nuestro partido. Por eso espero que simplemente sean palabras y no se llegue a los hechos.
    Tu escrito inmejorable. Sigue así pues ciudadados de la izquierda necesitamos esas palabras de aliento. Un abrazo.

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  2. Gràcies, Gaspar. Tu ahí sempre, com bon amic, donant ànims i comprensió.

    Moltes gràcies per llegir-me.

    MªDolores Amorós.

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