ALFONSO RUS, ESE NUEVO DIOS NEOCÓN


                                      Rus "pitorreándose" del Presidente del Gobierno

A Alfonso Rus parece que sólo le faltaba la última de sus imposturas: su autoproclamación como "Dios de los neocons" al erigir a los candidatos del PP de las comarcas de Requena-Utiel, Los Serranos y el Valle de Ayora como "unos mesías a los que hay que seguir para abrir la puerta al cambio político y social en España"
Durante el almuerzo en la población de Requena, ante unos 250 militantes y simpatizantes del PP,  el Presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xàtiva, que iba acompañado -como ya es usual- por el conseller de In-Solidaridady Contra-Ciudadanía, Rafael Blasco, por Belén Hoyo y por el presidente del PP comarcal de Requena, Rafa Zahonero, Rus ha vuelto a ser lo que más le gusta, bufón;  malo, pero bufón.
Ante este inesperado ascenso, rayano en la blasfemia y la burla de los principios del Cristianismo (pero ni uno, ni los demás se enteran),  la comida prácticamente ya no les hacia falta: se sentían, uno y los otros, reconfortados y alimentados espiritualmente, pues eso de ser transformados sin arte ni gracia en Mesías (ungidos) los habrá llenado de gozo y plenitud. De forma y manera que Zahonero, investido ya de gracia divina, ha pronosticado un "pleno total en número de alcaldías", y, en agradecimiento al gran-dios-neocón-rus, y al borde del éxtasis ha arengado a sus tropas: "Vamos a poner a disposición de Alfonso Rus los diez pueblos para que vuelva a ser presidente de la Diputación".

A lo largo del fin de semana, según se ha ido difundiendo, estos nuevos mesías neocons se han dedicado a meditar profundamente, entre trago y trago del buen vino que en estas altas tierras se produce, qué presentes deben  preparar en reconocimiento de las bendiciones y bondades con  que el-nuevo-dios-neocón-rus los ha reconocido. Se habla de peregrinaciones a pie y descalzos hasta el santo sitio donde, por gracia indivina, se obran milagrosos zapatos que lo elevan a uno de la tierra sin que nadie lo note, (a lo Berlusconi, claro)

Y es que uno de los problemas que atormentan a Alfonso Rus  (y sinceramente considero que es una irracionalidad, pues cada uno es como es, y de lo único de lo que debe cada cual avergonzarse es de engañar, robar, hacer daño..., pues el físico lo da la natura -y los genes, claro)  es su poca estatura física y cultural. Él, que listo es un rato, aparenta que se burla de ambos complejos, y procura engañar a los demás haciendo  constantemente sus gracietas al respecto.

Los que dicen ser católicos practicantes  -van a misa de hora concurrida, bien vestidos, para que los vean-   y que votan ciegamente PP, ante estas "inventivas rusianas", faltas de respeto a lo más profundo de "sus creencias",  deberían escandalizarse y poner a Alfonso Rus en su sitio, en lugar de darle palmaditas en la espalda. Pero la realidad es que estos no son más que fariseos, de vida aparente y valores sólo materiales y crematísticos; son figurantes de todos los festejos donde puedan exhibirse,   igual te los ves disfrazados de falleros como de nazarenos. Lo que toque, menos profundidad  y  sinceridad ante la vida. Si pueden, engañan a sus trabajadores, a la comunidad de vecinos o al primero que se les pone por delante. Por eso "comulgan" con Rus: rigor y rectitud.



No podía acabar la fiesta sin que el señor Rus profanase otro nombre: Como ya es habitual en él, siguiendo las directrices partidistas, ha centrado sus burlas en el presidente Zapatero. Esta vez ha olvidado mirarse al espejo  y se ha hecho el sordo y el ciego ante las constantes meteduras de pata de un Rajoy sobreactuado y torpón. Hoy no hablaremos de Jose Mari ni de la Gürtel, ni de Camps, que ya es tarde. Pero no los perdemos de vista...

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