RAFAEL FERNANDO NAVARRO
Quiero plasmar aquí la enorme alegría que siento al saber que Rafael Fernando Navarro sigue mejor. Lo ha escrito él mismo, y eso es muy importante.
No se encuentra todavía en condiciones de escribir a diario y publicar, como acostumbrado está él, y a nosotros atrapados nos tiene con su maravillosa palabra.
Hasta que leí su primer artículo (que no era el primero para él) desconocía que, en estos tiempos, hubiese alguien con sensibilidad tal como para que su palabra nos seduzca de esa manera. Observa la realidad, la analiza desde su enorme cultura y su inteligencia exquisitamente sensible e inigualable, y, sin parecer alterarse, construye sus críticas preciosas e incisivas, pero como niño bueno -que lo es-. Es genial.
Desde aquí, querido Rafael, te dedico un poema del gran Ángel González:
ME FALTA UNA PALABRA
Me falta una palabra, una palabra
sólo.
Un niño pide pan; yo pido menos.
Una palabra dadme, una sencilla
palabra que haga juego
con...
Qué torpes
mujeres sucias me interrumpen
con su lento
llorar...
Comprended: cualquiera de vosotros,
olvidada en sus bolsos, en su cuerpo,
puede tener esa palabra.
Cruza más gente rota, llegan miles
de muertos.
La necesito: ¿No véis
que sufro?
Casi la tenía ya y vino ese hombre
ceniciento.
Ahora...
¡Una vez más!
Así no puedo.
Esa palabra que ansía Ángel González, también la ansío yo. Tú, Rafael, eres la esperanza. Cuídate y cúrate. Te necesitamos. Sin tu palabra somos huérfanos de la vida.
Un beso, amigo.
he llegado a tu blog, porque soy un incondicional seguidor de Rafael Fernando Navarro. Desde hoy seguiré tu blog también, ya que lo encuentro muy interesante.
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