PRESENTE Y FUTURO DEL PSOE

No se ha dado el caso de un tercer aspirante al cargo de Secretario General del PSOE. En principio dos son los aspirantes a este puesto: Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba.
En el supuesto caso de tener la libertad de elegir a otra persona quizá me hubiera inclinado por un tercero ajeno al máximo a la vinculación con los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la realidad es la que es.
Carme Chacón ha decidido con toda legitimidad presentarse  a la candidatura de la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español. También lo ha hecho, y con idéntica legitimidad, Alfredo Pérez Rubalcaba. 

El 'aparato' del PSOE dice querer mantenerse neutro ante las dos posibilidades ahora presentes, pero no es así. El 'aparato' prefiere a Rubalcaba. Es Rubalcaba un gran político, con amplísima experiencia y conocimiento en cualquiera de los temas de la política actual. Tiene una extraodinaria habilidad dialéctica y reflejos que mantienen al contrario contra las cuerdas, pero mantiene una potente inclinación a los principios del 'aparato', al inmovilismo del mismo y, por ello, una clara reticencia a la apertura de las puertas y ventanas del Partido para que entre aire fresco y renueve el ambiente. Esto gusta al 'aparato'. Y es muy posible, tras escuchar a Marcelino Iglesias las 'excusas' para no permitir un debate público entre los dos aspirantes, que en el mismo XXXVIII Congreso se presente un tercer 'candidato', el ya aludido alcalde de Toledo, García-Page, para desestabilizar las posibilidades de Carme Chacón.

Rubalcaba en estos últimos años de responsabilidad institucional a nivel de Estado ha desempeñado un trabajo loable en extremo. A él debemos la paz que reina en Euskadi y en el resto de España. Él ha acabado con ETA, y nadie se lo ha reconocido.

Pero uno de los gravísimos problemas que dificulta el obrar de Rubalcaba es haberse rodeado de gente que no vive el ser socialista. Gente que se introdujo en el PSOE como podría estar en cualquier otro Partido, sin convicción de la ideología intrínseca a la izquierda. El máximo exponente es Pepe Blanco, Pepiño. Este personaje que por Ferraz mira por encima del hombro a todo aquél que considera inferior a él -y son muchísimos-, que ambiciona codearse con las élites socioeconómicas del país, que se ha construido en Las Rozas un chalet de nuevo rico con extravagancias costosísimas que no se explican de su 'trabajo' de parlamentario ni tan siquiera de ministro, le ha hecho mucho daño a Rubalcaba. Su influencia ha sido nefasta para el PSOE, y no muy tarde se demostrará.


El aparato del Partido ha dejado que Rubalcaba, con Pepiño de 'asesor', orgánicamente haya manipulado la aplicación estatutaria de las primarias a su voluntad y conveniencia. En Madrid forzó que Trinidad Jiménez se presentara a primarias disputando a Tomás Gómez el puesto de aspirante a Presidente de la Comunidad. A pesar de la trampa forzada, Gómez tuvo bastante más respaldo de la militancia contra la 'dictadura' de Ferraz. El resultado de las elecciones frente a Aguirre ya lo sabemos, pero esa es otra historia.

Respecto a la posibilidad de encabezar la candidatura a la Presidencia del Gobierno, también apuntaron los nombres de Rubalcaba y de Chacón. Algo sucedió, y vimos a Carme con cara de disgusto renunciar a la oportunidad de presentarse a primarias. Sin realización de primarias, quedó Rubalcaba de único candidato. Trabajó este hasta el final, pero el fracaso del PSOE ha sido el mayor de la historia de la democracia.

La alianza de Rubalcaba con Pepiño se mantiene. No aparece su nombre en primer plano, pero ahí encontramos a su gente, con Elena Valenciano como máximo representante de su influencia. 

En otra ocasión en que también se presentó la oportunidad de primarias para poder elegir quién debia ser el candidato a disputar la Presidencia de la Generalitat en Valencia, volvió a negarse la posibilidad de primarias entre Jorge Alarte Y Antonio Asunción. Y se hizo de forma denigrante, déspota, nada transparente, llegando a injuriar y a difamar al aspirante, Antonio Asunción. Se apeló a Rubalcaba, se apeló al Secretario de Organización, Marcelino Iglesias, para que pusieran fin  a esta caza de brujas y concedieran lo que los Estatutos contemplan y permiten. Nadie respondió. Pero no conformándose con estas tropelías, fueron a la caza del 'intruso' y lo expulsaron del Partido. Detrás de Alarte estaba, y está, Pepiño moviendo los hilos del Partido a su antojo y no permitiendo la democracia interna, imprescindible en un Partido teóricamente de izquierdas.

Abrir las puertas y las ventanas del Partido, como metafóricamente expone Carme Chacón, es abrir el Partido a la democracia interna total, sin vericuetos, y sin frenos de ningún tipo según la conveniencia de los poderosos. También es abrir el Partido a todos sus potenciales votantes, los simpatizantes, además de a todos los militantes. Es cambiar la democracia representativa por democracia participativa. Es abrir el Partido a las listas abiertas, de forma que cada integrante de las mismas deba ganarse la confianza de sus votantes. Es restringir el mandato a ocho años, y evitar el anquilosamiento de los políticos que utilizan su puesto para servirse de él como modus vivendi, bien acomodados y olvidados de que se deben a unas ideas y a unos votantes. Es evitar que el tiempo devenga en falta de transparencia y se pueda incurrir en errores de corrupción. Es dar al Partido un aire de cercanía que la sociedad necesita. Los ciudadanos aborrecen que solo se acuda a ellos cada cuatro años a mendigarles sus votos.


Es éste un buen procedimiento para dar al PSOE el necesario giro que tanto necesita. La democracia auténtica y total va ligada con las ideas de progreso y de izquierda. Cuando un partido se encierra en sí mismo se olvida hasta de los principios sobre los que se levantó y llega a una endogamia que avergüenza a su propia militancia.

El PSOE ahora no solo ha perdido cerca de 6 millones de votos, sino, y lo que es peor, ha perdido militantes y se ha alejado de despertar la simpatía y la ilusión que antes despertaba en tantísimos simpatizantes.

Una buena oportunidad es la que representa Carme Chacón. Es una mujer inteligente, se ha rodeado de un buen equipo. Debe darle largas a Pajín y cia., que sólo pretenden perpetuarse en el dolce far niente. De hecho, en el equipo conformado por Chacón no aparece el nombre de Pajín, aunque esta se desvive lo más posible por aparecer cerca de la aspirante. Y lo mismo debe hacer Carme con gentes semejantes, incapaces de vivir de su trabajo, y aspirar solo al 'cuento'.


En el panorama político actual con una derecha ultra, como es el PP, mandando en España con mayoría absoluta, y con los desmanes y despropósitos con que está actuando, con su mirada puesta en los mercados y Rajoy empeñado en obtener un puesto importante, al ladito mismo de Merkel, los muchos españoles, que con sus planificadas mentiras el PP ha conseguido poner a su lado, se van a desmarcar muy pronto de aquel 'cambio' que votaron esperanzados y que les ha traicionado de inmediato. Y estos van a buscar dónde ubicar su confianza. Quien ha votado PP difícilmente se inclinará por IU. Por lo que es el momento de que el PSOE regrese al ideario del que jamás debió apartarse y sea el referente de estos millones  de españoles que ahora le dieron la espalda.


Mientras el Partido Socialista no se aferre al Socialismo que heredó de su fundador, Pablo Iglesias, y no se mantenga en la postura de la Socialdemocracia europea -la que abandonó el marxismo de su ideario-, abierta a toda la ciudadanía ansiosa de libertad, de la mayor democracia posible, de la necesidad de mantener los derechos sociales de Bienestar, no recuperará el papel tan necesario para esta sociedad.


Por ello, sin fanatismo alguno, pero sí con anhelo de ver un Partido Socialista recuperado de sus vicios y escoramiento a la derecha, con la idea diáfana de mantener el Bienestar Social antes que ser esclavo de los mercados que provocaron la controvertida 'crisis' para enriquecerse todavía más, ponemos nuestras esperanzas en Carme Chacón, una mujer de izquierdas y que así lo ha vivido y heredado en el seno de su familia.


Quede constancia que el apoyo a Carme Chacón para la Secretaría General del PSOE no viene motivado por el hecho de que Carme sea mujer y joven. Esa motivación sería muy débil. Es la consideración de que esta mujer de fuertes convicciones socialistas puede transformar ese  duro 'aparato' que hoy día es un núcleo duro e impenetrable del Socialismo español en una referencia amplia y abierta a una sociedad demócrata.




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